PROBLEMA
Uso de materiales no sostenibles y altamente procesados en la construcción.
Materiales como el cemento, acero y productos plásticos a menudo requieren una extracción y procesamiento intensivos de recursos naturales, contribuyendo a la degradación ambiental y a la pérdida de biodiversidad.
La demanda constante de materiales no sostenibles puede llevar a la sobreexplotación de recursos naturales, agotando gradualmente depósitos minerales y contribuyendo a la degradación del entorno.
La fabricación de cemento, por ejemplo, libera grandes cantidades de dióxido de carbono, contribuyendo significativamente a las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Estas emisiones tienen un impacto directo en el cambio climático.
La extracción de recursos para la fabricación de materiales a menudo implica la reubicación forzada de comunidades locales, con impactos negativos en su estilo de vida y bienestar.
Algunos materiales altamente procesados generan residuos tóxicos durante su producción y desecho, afectando negativamente la salud humana y ambiental.
La disposición final de muchos materiales no sostenibles puede resultar en la acumulación de desechos en vertederos, contribuyendo a la contaminación del suelo y del agua.
SOLUCIÓN
Optar por materiales ecológicos y reciclables, como madera certificada, ladrillos reciclados, aislamientos naturales y pinturas sin componentes tóxicos. También se puede favorecer la reutilización de materiales existentes.
La incorporación de materiales reciclados en la construcción puede reducir la dependencia de materias primas vírgenes y minimizar el impacto ambiental.
Es indispensable optar por materiales renovables, como la madera certificada o bambú, puede ser una alternativa más sostenible, siempre y cuando se gestione de manera responsable y se evite la deforestación no sostenible.
Adoptar prácticas de diseño eficiente que maximicen la durabilidad y la eficiencia energética del edificio puede reducir la necesidad de reparaciones y renovaciones frecuentes, disminuyendo así la demanda de nuevos materiales.
A nivel educativo se debe fomentar la conciencia en la industria de la construcción sobre los impactos ambientales de los materiales no sostenibles es esencial. La capacitación y la promoción de prácticas de construcción sostenibles pueden marcar la diferencia.
Además, implementar políticas y regulaciones que promuevan el uso de materiales sostenibles y restrinjan aquellos perjudiciales puede ser un paso crucial hacia una construcción más ecológica.
En resumen, es oportuno abordar el uso de materiales no sostenibles en la construcción requiere un enfoque holístico que considere no solo los aspectos ambientales, sino también los sociales y económicos. La adopción de prácticas más sostenibles en la construcción es esencial para mitigar los impactos negativos a largo plazo.