PROBLEMA
Los hogares convencionales suelen depender en gran medida de fuentes de energía no renovable, como la electricidad proveniente de centrales térmicas.
La electricidad generada en centrales térmicas suele utilizar combustibles fósiles como carbón, gas natural o petróleo. Estas centrales generan electricidad mediante la combustión de estos recursos, liberando grandes cantidades de dióxido de carbono y otros contaminantes atmosféricos.
La extracción y consumo continuo de combustibles fósiles plantea el riesgo de agotar estos recursos no renovables, aumentando la vulnerabilidad de los hogares ante posibles escaseces y fluctuaciones en los precios de la energía.
La dependencia de fuentes no renovables contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero, exacerbando el cambio climático y sus impactos asociados. Además, expone a los hogares a la volatilidad de los precios del petróleo y el gas natural en los mercados internacionales, lo que puede afectar significativamente las facturas de energía.
SOLUCIÓN
Implementar sistemas de energía renovable, como paneles solares o turbinas eólicas. Además, mejorar la eficiencia energética mediante aislamiento adecuado y ventanas de alto rendimiento.
Las fuentes de energía renovable, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, son tecnologías que ofrecen una fuente más sostenible y limpia de electricidad, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y los impactos negativos, promoviendo la salud ambiental y humana.
Es importante implementar medidas de eficiencia energética en los hogares, como el uso de electrodomésticos eficientes, aislamiento adecuado y sistemas de climatización eficientes, puede reducir la demanda de electricidad, disminuyendo así la necesidad de generar energía a partir de fuentes no renovables.
La adopción de fuentes de energía renovable también contribuye al desarrollo sostenible, creando empleos en la industria limpia y promoviendo la resiliencia energética a largo plazo.
La reducción de la dependencia de fuentes de energía no renovable en los hogares implica una transición consciente hacia soluciones más sostenibles y amigables con el medio ambiente. La concienciación, la adopción de tecnologías limpias y las políticas que respalden estas transiciones son esenciales para lograr un futuro energético más sostenible.